El cuerpo negro
Todo el mundo sabe que la superficie de un cuerpo negro es un caso límite, una aventura extrema donde toda la energía incidente desde el exterior es absorbida, y toda la energía incidente desde el interior es emitida. Pero todo el mundo sabe, igualmente, que un cuerpo negro no es más que una simple metáfora, que un cuerpo negro es un objeto ideal que no existe en la naturaleza. Aunque sería más exacto decir que en la naturaleza no existen cuerpos negros perfectos, auténticos cuerpos negros, porque todos hemos estado alguna vez ante la presencia indescriptible de un cuerpo negro imperfecto, lo hemos reconocido al instante, y todos hemos sentido ante ese cuerpo la tentación de amarlo o estrangularlo al instante. Esto, me dicen, es lo propio de los cuerpos negros imperfectos: acumular y dosificar la energía, distribuir el odio y la mala leche. Y nosotros mismos, me comentan, somos cuerpos negros imperfectos pero no estamos presentes en la naturaleza porque somos imperfectos, o al menos eso creemos; porque en la naturaleza, pensamos, sólo está presente el otro cuerpo negro.
Yo mismo tan negro y corpóreo como todos los cuerpos- conozco un cuerpo negro maravilloso. He recorrido con él medio mundo, hemos rezado juntos, luchado juntos, hemos soñado y firmado contratos juntos; pero al final, como todos los cuerpos negros, nos hemos estrellado. Como todas las estrellas del rock, que también son cuerpos negros, como todas las estrellas infinitas y los pobres inocentes sin estrella. Aunque eso sí, hemos dejado muy alto el pabellón de los cuerpos negros. En una ocasión, por ejemplo, hace ahora muchos años, subimos una sierra nevada para ver el faro de África y luego escribir un poema; pero un romano con Ray-Ban, Marlboro y sandalias no es ni de lejos una presencia perfecta: es sólo un flashback; y un romano como éste que se cae por las laderas de la sierra no significa ni mucho menos la caída del Imperio Romano; ni tan siquiera una mala versión gore de la persecución de Espartaco. Aunque te mueras de risa, como siempre que alguien se resbala o se despeña, esa risa no dura toda la vida: cuando se acaba la risa se agota la energía, es lo propio de los cuerpos negros imperfectos. Y agotada la risa ya nada tiene sentido; ya pueden caerse los romanos, absorbidos o emitidos por situaciones límite, que nada tiene sentido. Tu cuerpo y el otro cuerpo negro han perdido su significado. Las Drogas, el Amor, la Familia y los Impuestos son también cuerpos negros.
Yo mismo tan negro y corpóreo como todos los cuerpos- conozco un cuerpo negro maravilloso. He recorrido con él medio mundo, hemos rezado juntos, luchado juntos, hemos soñado y firmado contratos juntos; pero al final, como todos los cuerpos negros, nos hemos estrellado. Como todas las estrellas del rock, que también son cuerpos negros, como todas las estrellas infinitas y los pobres inocentes sin estrella. Aunque eso sí, hemos dejado muy alto el pabellón de los cuerpos negros. En una ocasión, por ejemplo, hace ahora muchos años, subimos una sierra nevada para ver el faro de África y luego escribir un poema; pero un romano con Ray-Ban, Marlboro y sandalias no es ni de lejos una presencia perfecta: es sólo un flashback; y un romano como éste que se cae por las laderas de la sierra no significa ni mucho menos la caída del Imperio Romano; ni tan siquiera una mala versión gore de la persecución de Espartaco. Aunque te mueras de risa, como siempre que alguien se resbala o se despeña, esa risa no dura toda la vida: cuando se acaba la risa se agota la energía, es lo propio de los cuerpos negros imperfectos. Y agotada la risa ya nada tiene sentido; ya pueden caerse los romanos, absorbidos o emitidos por situaciones límite, que nada tiene sentido. Tu cuerpo y el otro cuerpo negro han perdido su significado. Las Drogas, el Amor, la Familia y los Impuestos son también cuerpos negros.
4 comentarios
Enrique -
pini -
ja.
lo de arreglar el enchufe, déjamelo, que el sábado hice saltar la instalación de toda la casa (no había caso ni con el llave térmica ni con el diyuntor) por sólo cambiar unas bombitas (focos, no sé cómo le dirán a esas cositas de vidrio que iluminan).
bueno, a la ocurrencia de la innovación decorativa (porque no era que estuvieran quemadas, sino que me molestaba el tamaño -jaaaa, cosa de mujeres-) lo tuve a las 20 horas.
el resto imagínatelo.
eran cuerpos transparentes y no negros, pero lindo lío armé.
disculparte? pero si no me hiciste nada, qué guay!
leiste "diablo guardián" el del premio alfaguara 2003?
NO será tu amigo Felix -el gato- pero, ojo, que tiene un par de cuerpos negros....
un abrazo.
Enrique -
pini -
y pese a todo, y a no entender mucho respecto de la perfección o imperfección de los cuerpos, te diré que en la medida que sean cuerpos, que existan y se contrapongan a la nada, todo tendrá un sentido.
cuando acaba la risa puede sobrevenir el placer del silencio.
hoy soy la contradictora y no te enojes.
buenas noches.